LA 'VIEJA EUROPA'

A veces los europeos parecemos no tener la misma vara de medir para los nuestros que para los americanos (perdón, estadounidenses). Cierto es que muchas de las críticas son merecidas, pero a veces les juzgamos más duramente que a otros países de nuestro continente (se me ocurre, por ejemplo, que la mayoría de las protestas contra la guerra de Irak se dirigen hacia Bush y no tanto hacia Blair).

Otro ejemplo es lo que está ocurriendo en Francia con el llamado 'Fichero Edvige'. Se trata de una iniciativa del gobierno Sarkozy que consiste en la creación de un fichero policial que recoge los datos de aquellas personas (mayores de 13 años) que, a criterio del gobierno galo, podrían constituir una amenaza para el orden público. Entre esos datos, algunos tan personales como la orientación sexual, el círculo de amigos o el contenido de sus correos electrónicos.

La polémica ha sido mayúscula en Francia y hasta el ministro de Defensa duda de su eficacia. Los sindicatos ya anuncian protestas y el propio Nicolas Sarkozy ha tenido que prometer que se respetarán las libertades de los franceses.

La creación de este Gran Hermano (o Gran Hermana, ya que Edvige es un nombre de mujer) no sólo es discutible sino inaceptable en un marco de defensa de la intimidad. Y cuando eso viene de EEUU nos escandaliza, pero la noticia no ha tenido apenas repercusión en los medios españoles, centrados en la cris económica.

Así, la Vieja Europa, esa que da lecciones de moral y democracia, cae en los mismos errores que tanto critica. Edvige es un buen ejemplo de ello.