Parece que, 3 años después del desastre del Katrina, las autoridades han aprendido la lección y han decidido evitar una catástrofe similar a la del 2005, cuando 1.500 personas murieron en la ciudad de Louis Amstrong. Una ciudad que, por cierto, nunca volvió a ser lo que era. De nada sirvieron las promesas ni los perdones del 'Comandante en Jefe'.
Ahora parece que la administración ha aprendido del 'error'- por llamarlo de alguna manera- y han evacuado a los vecinos que se han quedado o han vuelto a Nueva Orleans. Pero 3 años después, los diques de contención del lago Portchartrain siguen sin ser asegurar la protección de lo que queda de la ciudad, de lo que sus habitantes, gracias a las asociaciones de voluntarios, han conseguido reconstruir.
Una vez más, Nueva Orleans queda a merced de la suerte. Sus vecinos están a salvo, pero sus hogares dependen de la benevolencia de Gustav.
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